PARTICIPACIÓN DEL ENTORNO UTERINO EN LA REGULACIÓN DE LA CAPACIDAD FERTILIZANTE DE ESPERMATOZOIDES HUMANOS

Dra. Anahí Franchi

Si bien al finalizar la espermatogénesis los espermatozoides están morfológicamente diferenciados, aún son incapaces de fertilizar un ovocito y deben experimentar varios cambios imprescindibles para la adquisición de esta competencia. Dichos cambios tienen lugar a medida que los espermatozoides transitan las distintas regiones del tracto reporductor masculino y culminan con el proceso de “capacitación”, el cual ocurre sólo después que han permanecido un período de tiempo en el tracto reproductor femenino. Este proceso se caracteriza por una compleja serie de cambios estructurales y funcionales que concluyen cuando los espermatozoides son capaces de llevar a cabo los eventos previos a la fertilización.

Publicaciones recientes sugieren que microvesículas extracelulares (MVE) de distintos orígenes participarían en la modulación de la capacidad fertilizante espermática. En los últimos años se han publicado numerosos trabajos en relación a la participación de MVE en regulación de una gran diversidad de procesos biológicos, siendo actualmente aceptado que esta vía de transferencia de moléculas constituye un nuevo mecanismo de comunicación intercelular. Por otro lado, el estudio de la modulación de la fisiología espermática a nivel del tracto reproductor femenino ha enfocando los procesos que tienen lugar en el oviducto, existiendo escasa información sobre los efectos de las células y fluidos uterinos sobre los procesos fisiológicos que preparan a los espermatozoides para la fertilización.

El proyecto de investigación en el que trabajo actualmente propone estudiar el papel del entorno uterino sobre la regulación de la capacidad fertilizante de los espermatozoides humanos. Resultados preliminares mostraron que componentes presentes en el medio condicionado de células del epitelio endometrial (mucosa uterina) tienen un efecto inductor sobre procesos asociados a la capacitación espermática. En base a esto surgió la hipótesis de que MVE, secretadas al medio de cultivo por células endometriales, podrían ser las responsables de dicha regulación. Nuestros resultados sindican que una breve interacción con las MVE es suficiente para modular la capacidad fertilizante de los espermatozoides humanos.